El secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, lamentó hoy la muerte de Floreal Avellaneda, padre del adolescente del mismo nombre asesinado por la dictadura, en 1976. Los responsables del horrendo crimen fueron condenados el año pasado.
El secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, expresó hoy su pesar por la muerte de Floreal Avellaneda, un militante de reconocida trayectora, perseguido durante la última dictadura. El cruento régimen militar, además, detuvo ilegalmente y torturó a su esposa, Iris Pereyra de Avellaneda, y asesinó a su hijo, de sólo 15 años, Floreal Edgardo Avellaneda.
El 15 de abril de 1976, los Avellaneda fueron llevados a la Comisaría de Villa Martelli, provincia de Buenos Aires, y luego a "El Campito", uno de los centros clandestinos de detención que funcionaron en Campo de Mayo.
Allí, fueron torturados, lo que causó la muerte del hijo del matrimonio. El cadáver fue arrojado al Río de la Plata y apareció en las costas uruguaya atado de pies y manos, con una profunda herida en una pierna, junto a otros siete cuerpos.
Era mayo del ’76 y la aparición de cuerpos en el río todavía era una práctica macabramente novedosa que la dictadura uruguaya no sabía cómo manejar; de hecho, los militares permitieron que los diarios los fotografiaran y publicaran la noticia, con la versión de que se trataba de muertos de una pelea con un pesquero coreano. Así, Floreal padre pudo identificar a su hijo y reconstruir la historia.
Iris, quien sufrió un simulacro de fusilamiento, fue luego trasladada al Penal de Olmos, cerca de La Plata, a disposición del Poder Ejecutivo.
Por estos hechos fueron condenados, el año pasado, los militares Santiago Omar Riveros, a prisión perpetua; Fernando Ezequiel Verplaetsen, a 25 años de prisión; Julio Horacio García, a 18 años; Raúl Jarcich y Cesar Fragni, a ocho años de prisión y el comisario Alberto Aneto, a 14 años de prisión.
Floreal Avellaneda fue un activo militante por las causas sociales y, a lo largo de su vida, mantuvo un claro compromiso con el proceso de Memoria, Verdad y Justicia y la lucha contra la impunidad.
La Secretaría de Derechos Humanos informó hoy que acompaña a sus familiares y amigos en tan triste situación.
Tomado de http://www.prensa.medios.gov.ar
El 15 de abril de 1976, los Avellaneda fueron llevados a la Comisaría de Villa Martelli, provincia de Buenos Aires, y luego a "El Campito", uno de los centros clandestinos de detención que funcionaron en Campo de Mayo.
Allí, fueron torturados, lo que causó la muerte del hijo del matrimonio. El cadáver fue arrojado al Río de la Plata y apareció en las costas uruguaya atado de pies y manos, con una profunda herida en una pierna, junto a otros siete cuerpos.
Era mayo del ’76 y la aparición de cuerpos en el río todavía era una práctica macabramente novedosa que la dictadura uruguaya no sabía cómo manejar; de hecho, los militares permitieron que los diarios los fotografiaran y publicaran la noticia, con la versión de que se trataba de muertos de una pelea con un pesquero coreano. Así, Floreal padre pudo identificar a su hijo y reconstruir la historia.
Iris, quien sufrió un simulacro de fusilamiento, fue luego trasladada al Penal de Olmos, cerca de La Plata, a disposición del Poder Ejecutivo.
Por estos hechos fueron condenados, el año pasado, los militares Santiago Omar Riveros, a prisión perpetua; Fernando Ezequiel Verplaetsen, a 25 años de prisión; Julio Horacio García, a 18 años; Raúl Jarcich y Cesar Fragni, a ocho años de prisión y el comisario Alberto Aneto, a 14 años de prisión.
Floreal Avellaneda fue un activo militante por las causas sociales y, a lo largo de su vida, mantuvo un claro compromiso con el proceso de Memoria, Verdad y Justicia y la lucha contra la impunidad.
La Secretaría de Derechos Humanos informó hoy que acompaña a sus familiares y amigos en tan triste situación.
Tomado de http://www.prensa.medios.gov.ar
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