Un mural por la memoria en el mayor campo de exterminio: Campo de Mayo

Jorge P. Colmán de APCS (*). ¿Quien podría pensar, que luego de una dictadura sangrienta, podríamos ingresar a una guarnición militar para inaugurar un mural que recuerde a los sobrevivientes, detenidos/desaparecidos y niños que perdieron la identidad, frente a las puertas mismas de lo que fue el infierno cívico-militar? 
¿Quien podría creer, más de 30 años después, que los civiles y militares genocidas sean juzgados y presos en cárceles civiles? 
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