Las repercusiones sobre 300 desaparecidos italianos en 1982

Gran conmoción en Roma por los trescientos italianos 'desaparecidos' en Argentina
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AFP
Roma 8 NOV 1982

El caso de los más de trescientos italianos desaparecidos en Argentina ha provocado una gran conmoción en Italia, cuyo Gobierno ha sido acusado de negligencia en este tema. Seis meses después de la guerra de las Malvinas, Italia invoca nuevamente sus vínculos de sangre con Argentina para que sea aclarado este doloroso caso que ha indignado a la opinión pública italiana.


En esta ocasión no se trata, como en la primavera pasada, en plena guerra de las Malvinas, de expresar su solidaridad con los tres millones de italianos y con los diez millones de hijos de emigrantes que viven en Argentina, sino de manifestar las reservas de Roma hacia las sanciones decretadas entonces por la Comunidad Económica Europea (CEE) contra Buenos Aires.Seis años después del golpe militar argentino, Italia descubre el drama de los cerca de 6.000 desaparecidos en Argentina y comprueba que un buen número de estas víctimas de la represión son de ascendencia italiana.

Desde hace una semana, la Prensa italiana está repleta de acusaciones y de horribles relatos sobre la suerte de sus connacionales. Los dirigentes de la época en que se empezaron a producir estos casos son acusados de inoperancia, incluso de complicidad.

La lista publicada

Todo comenzó con la publicación, hace una semana, por Corriere della Sera, el diario de mayor tirada de Italia, de los nombres de 297 italianos, de edades comprendidas entre los diecisiete y los veintinueve años, que han desaparecido en Argentina desde 1976.Esta denuncia se produjo precisamente al día siguiente del descubrimiento del primer cementerio clandestino de víctimas de la represión en Buenos Aires. El Ministerio de Asuntos Exteriores italiano precisó entonces que el número de italianos desaparecidos era de 44 y que otros 277 tenían la doble nacionalidad. Es decir, en total 321 desapariciones denunciadas por los familiares afectados.

La opinión pública reaccionó sorprendida: entonces se estaba al corriente de estos casos y se había silenciado el hecho. Ante estas denuncias empezaron las precisiones oficiales y se habló de las gestiones efectuadas ante la Junta Militar argentina por el Gobierno.

La realidad es más matizada, según han declarado dos embajadores italianos: "Recibimos instrucciones de plantear el problema en términos generales, pero sin provocar enfrentamientos", ha declarado Sergio Kociancic, que actualmente es embajador en Buenos Aires.

Nilde Jotti, diputada comunista y presidenta de la Cámara parlamentaria, explica esta ausencia de éxito a la oculta influencia del maestro venerable de la logia masónica clandestina Propaganda Due (P-2), Licio Gelli, amigo íntimo de algunos miembros de la Junta argentina y consejero de la Embajada de Buenos Aires en Roma.

La indignación de la opinión pública italiana ha alcanzado su punto culminante con la publicación en la Prensa de las fotos de una treintena de niños desaparecidos.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 8 de noviembre de 1982